Lejos del polvo
Comienzo: agosto de 1920
Cuando maduraba el trigo de verano
maduré yo también:
nací en casa, en el suelo de la cocina.
Mamá se puso en cuclillas,
descalza, con el trasero al aire,
sobre la tarima recién barrida,
porque allí dijo papá que era el mejor sitio.
Llegué sin esperar al médico
y empecé a berrear en cuanto papá me metió la mano
en la boca para limpiármela.
Por lo que contaba mamá,
debí ponerme roja de gritar el día que nací.
Desde entonces no se me ha ido el color rojo.
Papá me puso el nombre de Billie Jo.
Él quería un chico.
En vez de eso
tuvo una chica zanquilarga,
de boca grande
y pómulos como el manillar de una bicicleta.