Simpáticas historias en la que niños y niñas se convierten en detectives privados. Así, Juana descubre que los ladrones de zanahorias no son sus compañeros de colegio, sino una familia de ratones. Tom ayuda a su abuelo a descubrir que el mismo es quien pisa sus rosales y que por lo tanto es hora de que se compre urgentemente unas gafas. Juan descubre que su hermana Ana está en casa de un chico del que está enamorado. Y Luisa descubre al hombre que ha robado su billete de tren. Simpáticas historias en la que niños y niñas se convierten en detectives privados. Así, Juana descubre que los ladrones de zanahorias no son sus compañeros de colegio, sino una familia de ratones. Tom ayuda a su abuelo a descubrir que el mismo es quien pisa sus rosales y que por lo tanto es hora de que se compre urgentemente unas gafas. Juan descubre que su hermana Ana está en casa de un chico del que está enamorado. Y Luisa descubre al hombre que ha robado su billete de tren.
Historias de sabuesos
Todos los sábados Juana va al mercadillo. Compra verdura a la tendera para su madre. La tendera siempre le gasta bromas divertidas. Pero hoy está de mal humor. Todas las noches le falta alguna que otra zanahoria o manzana. «¡Seguramente han sido estos niños malcriados del colegio!», se queja.