Tomás podía levantar una valla de troncos o hacer una tortilla, pero no sabía leer. Tomás, un hombre mayor, decide ir a la escuela. Él aprenderá a leer y, a cambio, enseñará a los niños lo que él sabe: contar historias, graznar como las ocas... Ahora Tomás puede leer poemas y escribir recuerdos, y eso que le parece tan maravilloso lo comparte con su mujer. Una deliciosa historia sobre el placer de la lectura y su descubrimiento, para el que no hay edad. Un libro dedicado a quien está descubriendo este placer y a quienes lo transmiten. Los óleos que lo ilustran retratan modelos reales.Tomás podía levantar una valla de troncos o hacer una tortilla, pero no sabía leer. Tomás, un hombre mayor, decide ir a la escuela. Él aprenderá a leer y, a cambio, enseñará a los niños lo que él sabe: contar historias, graznar como las ocas... Ahora Tomás puede leer poemas y escribir recuerdos, y eso que le parece tan maravilloso lo comparte con su mujer. Una deliciosa historia sobre el placer de la lectura y su descubrimiento, para el que no hay edad. Un libro dedicado a quien está descubriendo este placer y a quienes lo transmiten. Los óleos que lo ilustran retratan modelos reales.
Tomás aprende a leer
Tomás sabía construir una valla de troncos y sabía hacer una tortilla, pero no sabía leer. Tomás sabía hacer una mesa de un árbol y sabía hacer un dulce jarabe de su savia, pero no sabía leer.