Caillou y la lluvia
Una mañana, mamá se estaba abrochando el impermeable mientras esperaba a Caillou.
–Tenemos que hacer varios recados esta mañana, Caillou. ¡No olvides ponerte las botas de goma! Va a llover, ¿sabes?
En cuanto mamá dijo esto, Caillou bajó las escaleras con las botas en la mano.
–¡Hurra! Voy a saltar en todos los charcos que encuentre –anunció Caillou contentísimo, sentándose en el primer escalón.