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5 títulos indispensables para Fernando Vicente

Fernando Vicente, de formación autodidacta, realizó sus primeros trabajos como ilustrador en la primera mitad de la década de los ochenta, en plena movida madrileña, en las emblemáticas revistas Madriz -donde publicaría de forma continuada tanto en el ámbito de la ilustración como de la historieta- y La luna de Madrid.
 
Tras este primer periodo, durante cerca de una década dejó de lado la ilustración como su principal actividad profesional, para pasar al sector de la publicidad donde sería director de arte en diversas agencias.
 
De vuelta al mundo de la ilustración, desde 1999 hasta la actualidad publica asiduamente en el diario El País y sus diversos suplementos, siendo de especial importancia sus colaboraciones en el cultural Babelia. Gracias a este trabajo ha ganado tres premios Award of Excellence de la Society for News Design.
 
Su arte ha aparecido también en revistas como Europa Viva, Ronda Iberia, Lápiz, Rock de Lux, Vogue, Playboy, Gentleman, Letras Libres, Interviu, Cosmopolitan o DT. Además de su trabajo para prensa diaria y revistas, ha realizado portadas de libros y discos, así como las ilustraciones de más de una veintena libros, tanto dirigidos al público infantil y juvenil como a adultos.
 
En 1984 expuso por primera vez sus trabajos en la Galería Moriarty y en el Festival de Comic de León. Desde entonces ha participado en multitud de exposiciones, tanto colectivas como individuales, siendo especialmente destacable la muestra retrospectiva Universos (2011).
 
Su obra está recogida en los volúmenes Los pin-ups de Fernando Vicente (2004, Dibbuks), Literatura ilustrada (2007, Ediciones Sins Entido y Diputación de Sevilla), Portraits (2009, Blur Ediciones), Portadas (2010, Brandstudio Press), Universos (2011, Ayuntamiento de Palma de Mallorca y Caja de Ahorros del Mediterráneo), Artbook (2014, Ominiky Ediciones) y Fernando Vicente (2014, Roads Publishing).
 
La obra como pintor se caracteriza por la presencia constante de la figura humana combinada con otros elementos que el autor ha ido coleccionando a lo largo de su vida. Así, de las cuatro series principales que agrupan su obra pictórica, Anatomías está pintada sobre mapas, Átlas sobre láminas mecánicas de taller, y Vánitas y Venus usan láminas anatómicas (teniendo estas dos últimas como referencias, respectivamente, a las fotografías de moda de los años 50 y a los grandes temas de la pintura clásica).
 
La técnica empleada es la misma tanto para la ilustración como para la pintura, el acrílico, cambiando únicamente el soporte, el papel en el primer caso y el lienzo en el segundo. Igualmente, Fernando Vicente, trabaja siempre de pie, frente a un gran caballete, incluso en el caso de la ilustración. El uso del ordenador se limita, cuando es necesario, únicamente para el acabado final: tipografías, aplicación de colores de fondo o collages.
 
 
 
 
Indispensables en la maleta de Fernando Vicente
 
Fernando ha elegido cinco obras que conoce a la perfección, ya que tuvo la oportunidad de realizar ilustraciones sobre estas historias. Se trata de relatos que trascienden la literatura infantil y juvenil, clásicos atemporales que tienen la capacidad de emocionar más allá de la generación a la que pertenezca el lector, piezas únicas que son reeditadas con asiduidad.
 
Algunas de ellas formaron parte del catálogo de "Clásicos ilustrados”, inolvidable exposición que se celebró en 2017 en la Biblioteca Regional Joaquin Leguina.
 
 
Lewis Carroll. Traducción de Humpty Dumpty
Ilustraciones de Marta Gómez-Pintado
Madrid: Nórdica, 2018
Versión de Fernando Vicente: Alicia a través del espejo
 
No había terminado Cumbres Borrascosas cuando me encargaron ilustrar la segunda parte de este clásico de Lewis Carroll un bombón para un ilustrador, es una historia surrealista plagada de detalles y estrafalarios personajes que uno siempre está dispuesto a dibujar por mucho que otros lo hayan hecho antes, de hecho es difícil sustraerse al magnífico trabajo que hizo el coetáneo de Lewis Carroll John Tenniel. Yo he querido zafarme de la clásica imagen de Alicia con su mandil que Tenniel imaginó y Disney inmortalizó, yo creo que he subido un poco la edad a mi Alicia y la he dibujado en un mundo surrealista que bebe en las fuentes del Bosco y del que tomo prestado alguno de personajes como fondo de esta singular historia donde todo funciona al revés, cuando avanzas retrocedes y cuando mas rápido crees que vas mas despacio vas en realidad, en esta partida de ajedrez. El sombrerero, la reina roja y la reina blanca, el caballero blanco y ese delirante banquete final que son por sí mismos dignos de permanecer en nuestra memoria.
 
 
J. M. Barrie. Traducción de Gabriela Bustelo
Madrid: Alfaguara, 2006
 
Hay libros que forman parte de uno, no ya como ilustrador sino en tu crecimiento personal y afectivo. Para mi, Peter Pan es uno de ellos, cuando en el año 2006 la Editorial Alfaguara me pidió que lo ilustrase, era un libro del que yo atesoraba una pequeña colección comprada aquí y allá, ediciones antiguas, con maravillosas ilustraciones de Peter, Wendy y los piratas. Yo había ilustrado algún álbum infantil pero este es mi primer libro clásico.
No se me ocurre mucho que decir del texto de J.M. Barrie que no este dicho, es un libro que lo tiene todo, tenemos personajes que vuelan con polvo de hadas, aventuras con indios, piratas y sirenas con el Londres victoriano de fondo y una isla maravillosa donde no puedes crecer, solo jugar ¿Se puede pedir mas?
 
 
R. L. Stevenson. Traducción de José Torroba
Ilustraciones de Yorick y Albert Asensio
Barcelona: Juventud, 2015
 
He vuelto a reencontrarme con la isla del tesoro muchos años después de su primera lectura cuando se la he leído hace poco a mis hijos, tenemos la sana costumbre de leer algún clásico por la noche mientras cenan. Y he dicho al principio que me encontraba en la isla de nuevo porque realmente la sensación que te deja su lectura es la de estar allí y compartir con Jim y sus compañeros la aventura maravillosa de tesoros y piratas, aventura en estado puro. La manera descriptiva de narrar de Stevenson nos transporta a la Hispaniola y a la isla con sus arenas ardientes y su olor a ciénaga. Por las caras de mis hijos y sus ganas de acometer cada capitulo y pasar al siguiente puedo ver que el texto no ha perdido brío y resiste la desleal competencia de los Harry Potters y Best sellers juveniles de turno.... La aventura continua…
 
 
 
Jules Verne. Traducción de Miguel Salabert
Madrid: Alianza, 2019
 
Veinte mil leguas de viaje submarino es una obra narrada en primera persona por el profesor francés Pierre Aronnax, biólogo que es hecho prisionero por el Capitán Nemo y es conducido por los océanos a bordo del submarino Nautilus, aquí transmutado en cachalote en compañía de su criado Conseil y el arponero canadiense Ned Land.
 
Con motivo del 150 aniversario de la obra, Alianza recupera un texto al que siempre es un placer regresar con cualquier excusa. Las andanzas del enigmático capitán Nemo y sus invitados en el Nautilus (un biólogo marino, su ayudante y un reputado arponero), trascienden el hecho literario. Las diferentes generaciones han disfrutado del viaje en los más diversos formatos pero hay algo mágico y encantador en la semilla original, un relato –en este caso traducido por Miguel Salabert, todo un especialista en el autor nantés-, que no ha perdido frescura y esplendor a pesar del paso del tiempo. La persecución, una sucesión de momentos maravillosos y llenos de sorpresas submarinas, de un estremecedor animal marino que ha sembrado el pánico entre la flota, desemboca en un encuentro de personajes inolvidables a lomos de un no menos fascinante engendro mecánico, otra de las predicciones que se convertirían en realidad muchos años después de que las imaginara. Merece la pena acercarse de nuevo a la figura enigmática del comandante, que volvería a surcar los mares entre las páginas de La isla misteriosa, un hombre huraño y solitario, bibliófilo apasionado –entre otras muchas cosas-, que ha decidido aislarse de la sociedad, el verdadero artífice de esta inolvidable travesía en la que somos, una vez más, invitados de excepción. Parafraseando al personaje, “no necesitamos continentes nuevos, sino personas nuevas”, tal vez protagonistas como los que pueblan esta inmortal aventura.
 
 
Bram Stoker. Traducción de Flora Casas
Ilustraciones de Beatriz Martín Vidal
Madrid: Anaya, 2012
Versión de Fernando Vicente (Reino de Cordelia, Premio al Libro Mejor Editado del Año)
 
En el Drácula que ilustré he tratado de huir de la imagen clásica que tenemos cinematográfica del conde tanto de Tod Browning con Béla Lugosi o la de Terence Fisher, con Christopher Lee, de ese conde elegante y seductor con capa o la mas cercana de Francis Ford Coppola con Gary Oldman, un vampiro con capa y pelo engominado, el vampiro en esta historia es un monstruo y su lectura produce mucha desazón, incluso pavor. Hay como 40 ilustraciones grandes, en las que he tratado de ilustrar lo que me apasiona de la historia, Drácula, las hermosas mujeres que habitan con él, el castillo.. y 30 pequeñas
ilustraciones simples, siluetas, que introducen cada capitulo he tratado de hacer unas metáforas visuales que nos acercan al lado mas misterioso de la novela, este método de metáforas visuales es un recurso que suelo utilizar mas en prensa que en literatura, por ejemplo para ilustrar tribunas de opinión.
 
Aunque se reeditase un millón de veces la magistral obra de Bram Stoker seguiría despertando interés en cada nueva generación de lectores. En esta ocasión la aclamada miniserie británica homónima, consumida de forma masiva a través de una conocida plataforma VoD, sirve como excusa para retomar el texto original del autor irlandés, que otorga todo el protagonismo a un personaje, el vampiro, parte fundamental de la mitología occidental contemporánea. Incluso el propio autor fue víctima del Conde, cuya fama universal desdibujó sus perfiles. Stoker sintetizó los principales elementos de la literatura de terror integrándolos en una compleja dualidad: la lucha del bien y el mal, la pasión y la razón. La novela, de estructura dual, revela un magistral manejo del ritmo y se perfila a partir de cartas, diarios y noticias periodísticas. Pero es Drácula quien se apropia del espacio narrativo, extendiendo sus dominios desde la sombra. Escalofriante, apasionada e imprescindible. La historia del príncipe de las tinieblas en esta cuidada edición de Anaya incluye una serie de láminas de Beatriz Martín Vidal en las que muestra, entre otras cosas, la relación del vampiro con la juventud y pureza de las jóvenes víctimas. Martín Garzo realiza un prólogo muy poético y sugerente como motivación a la lectura de la obra.
 
Aquí puedes consultar las anteriores entregas de la colección Indispensable en mi maleta LIJ, por la que han pasado algunos/as de los más destacados escritores, ilustradores y especialistas en este subsector.
 
 
Biografía extraída de la web personal de Fernando Vicente / Imagen cortesía de la Asociación de Editores de Madrid /  Imagen de portada: Reino de Cordelia / Todas las reseñas han sido realizadas por Canal Lector.
 
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