El país de Lucas es muy pequeño. Tan pequeño que sólo lo habitan él, la locomotora Emma, un rey y dos súbditos. La aventura comienza con la llegada por correo de Jim, un nuevo ciudadano. Este hecho produce cambios en la vida de la minúscula villa, alterada por acontecimientos que obligan al trio protagonista a dejar el reino con la noble intención de rescatar a la princesa Li-si, secuestrada en la ciudad de los dragones. Todo un derroche de imaginación que constituye una de las aventuras fantásticas más recordadas por anteriores generaciones y, sin embargo, siempre vigente gracias a su frescura y originalidad. Un mundo idílico poblado de juegos de palabras, matices simbólicos y humorísticos, que el autor diseñó a través de un lenguaje rico y sugerente para los lectores preadolescentes.
El país de Lucas es muy pequeño. Tan pequeño que sólo lo habitan él, la locomotora Emma, un rey y dos súbditos. La aventura comienza con la llegada por correo de Jim, un nuevo ciudadano. Este hecho produce cambios en la vida de la minúscula villa, alterada por acontecimientos que obligan al trio protagonista a dejar el reino con la noble intención de rescatar a la princesa Li-si, secuestrada en la ciudad de los dragones. Todo un derroche de imaginación que constituye una de las... Seguir leyendo
Jim Botón y Lucas el maquinista
El país en que vivía Lucas, el maquinista del tren, se llamaba Lummerland y era muy pequeño.
Era extraordinariamente pequeño en comparación con otros países, como, por ejemplo, Alemania, África o China. Era más o menos el doble de grande que nuestra vivienda y estaba ocupado en su mayor parte por una montaña con dos picos, uno alto y el otro algo más bajo.