La escritora austriaca nos presenta una historia fantástica, de sobresaltos y humor, con un niño "que salió de una lata de conservas" y una señora empeñada en pedir todo por correo. Un niño perfecto, programado para ser modelo ideal y, como réplica, el desorden de la realidad.
Muy bien narrada, con elementos fantásticos y buena dosis de humor, la autora no olvida la crítica social y las relaciones niño-adultos. Un clásico de la literatura infantil con suficientes guiños optimistas para descubrir que, frente a los problemas está la ternura, frente a la realidad, la fantasía...
La escritora austriaca nos presenta una historia fantástica, de sobresaltos y humor, con un niño "que salió de una lata de conservas" y una señora empeñada en pedir todo por correo. Un niño perfecto, programado para ser modelo ideal y, como réplica, el desorden de la realidad.
Muy bien narrada, con elementos fantásticos y buena dosis de humor, la autora no olvida la crítica social y las relaciones niño-adultos. Un clásico de la literatura infantil con suficientes guiños optimistas para... Seguir leyendo
Konrad o el niño que salió de una lata de conservas
La señora Berti Bartolotti se sentó en la mecedora y empezó a desayunar. Se tomó cuatro tazas de café, tres panecillos con mantequilla y miel, dos huevos pasados por agua y una rebanada de pan negro con jamón y queso y una rebanada de pan blanco con foie-gras de ganso. Como la señora Bartolotti se mecía mientras comía y bebía -al fin y al cabo las mecedoras son para mecerse-, su bata azul celeste acabó llena de manchas marrones, de café, y amarillas de huevo. Además, gran cantidad de migas de pan le cayeron por el cuello de la bata.