Por los caminos oscuros 1. Los prólogos
–¡Hey! ¡Venid, está abierto! ¿Conoces al tipo de ahí afuera?
–Vaya, ¡Paolo estaba bien averiado! ¡Estábamos en el mismo regimiento!
–De todos modos, ¡estaba demasiado sonado para reconocerle!
–Y con ropa de civil tenía aún menos oportunidades de hacerlo.
–Mmm... Ya veo. ? Sus amigos se arrean a base de bien, ¡es increíble!
–¡Esas peleas las hay a diario! ¡Se aburre uno tanto por aquí! ¡Ya estamos! ¡Es esta puerta!
–¡Me gusta esta puerta!
–¿Vas armado, tú?
–¿Si voy armado? Entre tú y yo, ¡para los tipos que hay tras esta puerta no hacen falta armas!