Los animales no son juguetes, sino seres vivos. La metáfora de esta historia, que convierte al niño en mascota abandonada en manos de un hámster de gran tamaño, sirve para ilustrar la importancia que tiene enseñar a nuestros niños a cuidar de sus animales de compañía.
Los animales no son juguetes, sino seres vivos. La metáfora de esta historia, que convierte al niño en mascota abandonada en manos de un hámster de gran tamaño, sirve para ilustrar la importancia que tiene enseñar a nuestros niños a cuidar de sus animales de compañía.
¡Quiero una mascota!
Diego no paraba de pedir una mascota a sus papás:
–¡Quiero una mascota!¡Tengo que tener una mascota! ¡Necesito una mascota! ¡Todo el mundo tiene una mascota! ¿Por favoooooor?
–Busca un gusano en el jardín... –decía su papá.
–¿Por qué no traes a casa el conejo de la clase este fin de semana? –sugería su mamá.
–¡Nooo! –decía Diego–. No quiero un gusano, ni un conejo de fin de semana, quiero una mascota grande.