La señora Arias protagoniza, junto a sus dos hijos, una esperpéntica aventura comercial en los almacenes Pompibol, un divertido disparate en el que se ven rodeados por increíbles productos de consumo doméstico y viven absurdas e hilarantes situaciones muy cercanas al universo de Alicia, de Carroll. La principal singularidad del libro es el ingenioso juego publicitario. Los humorísticos eslóganes armonizan con la extravagancia evocadora de unas ilustraciones de aire tradicional, obra del mismo autor. La combinación de todos estos elementos ofrece un resultado delirante y surreal, rebosante de creatividad.
La señora Arias protagoniza, junto a sus dos hijos, una esperpéntica aventura comercial en los almacenes Pompibol, un divertido disparate en el que se ven rodeados por increíbles productos de consumo doméstico y viven absurdas e hilarantes situaciones muy cercanas al universo de Alicia, de Carroll. La principal singularidad del libro es el ingenioso juego publicitario. Los humorísticos eslóganes armonizan con la extravagancia evocadora de unas ilustraciones de aire tradicional, obra del mismo autor. La... Seguir leyendo
Pom... Pom... ¡Pompibol!
-¿Es cierto lo que me dicen? ¿De verdad no ha estado usted nunca en Pompibol? -repitió la señora B, sin llegar a creerlo del todo.
La señora Arias reconoció que así era; nunca, jamás.