El señor Pringoso y los duendes
Era Pleno Invierno, y la pequeña localidad de Puebla de la Perrunilla yacía bajo un manto de nieve y hielo. Allí donde miraras, veías nieve y hielo. En los árboles, nieve y hielo. En el suelo, nieve y hielo. Dentro del Museo de Nieve y Hielo, nieve y hielo. Se trataba del invierno más frío del que nadie tuviese noticia. En las posadas y tabernas, los parroquianos se reunían en torno al fuego para beber cerveza y contar historias acerca héroes inolvidables como, por ejemplo, Comosellame, o Ese Tipo Alto que Mató…