El Señor Pringoso y la galleta multimillonaria
Todo empezó un tarde en el pacífico pueblo de Puebla de la Perrunilla. El verano tocaba a su fin y el día se presentaba largo y perezoso como una larga y lustrosa pantera hecha de tempo. Los pájaros piaban en los árboles, los conejos piaban en sus conejeras y un zorro se paseaba por las vías del tren silbando una tonada medieval y pensando en cierta raposa de la que una vez había estado enamorado.En lo alto de la colina de los Fanfarrones, una niña leía un libro titulado “El zapatero gana los premios”.