El regreso del Fénix
La lluvia de los últimos días había disuelto la nieve, y los senderos trazados entre los árboles estaban recubiertos de un barro tan pegajoso como el engrudo. El cielo gris oscuro prometía más precipitaciones.El parque de la academia Kadic se extendía alrededor de los tres muchachos, delimitado por la imponente tapia de piedra y la verja de hierro coronada por el escudo del instituto. A su derecha se erguían los edificios de la escuela: la residencia de estudiantes, la administración, los laboratorios de ciencias, el aulario, el comedor y el gimnasio. Estaban distribuidos como los dientes de un descomunal tenedor...