El camaleón enfadado

Bernardo era un camaleón muy malhumorado que vivía solo en un enebro. Siempre tenía el mismo color y hacía tiempo que no se relacionaba con nadie. Los otros camaleones no se le acercaban, porque habían oído hablar de su mal genio y, poco a poco, se habían ido olvidando de él.
«¡Mejor para mí!», pensaba Bernardo. «Así puedo estar solo y hacer lo que quiera, cuando quiera y sin dar explicaciones».