El baúl de viaje
La invitación llegó un jueves como cualquier otro. Cuando Louise Lambert volvió a casa aquella tarde de abril después de su entrenamiento de natación de cada jueves, era la primera de una pila de cartas sobre la antigua mesa de roble de la entrada. Cogió el sobre azul lavanda de camino al piso de arriba.Louise soltó descuidadamente la mochila morada en medio del dormitorio y se desplomó en su amplia cama con dosel para examinar la carta.