Cómic que narra la historia de un extravagante personaje, Rodrigo Celestino, pintor de brocha gorda ahora jubilado, que tenía por costumbre hacer murales en los cuartos de baño de las casas que pintaba y ocultarlos bajo una capa de pintura. El hombre le contó su secreto a un niño vecino que ahora, ya treintañero, investiga los hechos movido por la curiosidad. Para ello viaja a Londres junto a su primo y allí se dedica a mojar los muros de todos los cuartos de baño en los que pone los pies. Una relato divertido, impregnado de una sutil dosis de misterio y fino sentido del humor.Cómic que narra la historia de un extravagante personaje, Rodrigo Celestino, pintor de brocha gorda ahora jubilado, que tenía por costumbre hacer murales en los cuartos de baño de las casas que pintaba y ocultarlos bajo una capa de pintura. El hombre le contó su secreto a un niño vecino que ahora, ya treintañero, investiga los hechos movido por la curiosidad. Para ello viaja a Londres junto a su primo y allí se dedica a mojar los muros de todos los cuartos de baño en los que pone los pies. Una relato divertido, impregnado de una sutil dosis de misterio y fino sentido del humor.
¡Pintor!
—No lo entiendo. No entiendo por qué tanto misterio. —Tranqui. —¿Tranqui? —Tres horas de viaje en avión, varios años sin vernos, tu primera visita a Londres y maleta en mano te metes en los servicios de la primera cafetería que encontramos. ¿Por qué? —Quiero comprobar una cosa a la que le llevo dando vueltas desde hace mucho tiempo.