Dragón Díez, el niño protagonista, y sus mejores amigos, Jimena y Martín, componen un curioso club llamado 2 + 2 = 5. Lo curioso de la denominación se entiende al saber que todos guardan algún secreto muy personal. Si en su anterior aventura conocieron a Rebeca, una niña fantasma, en esta entrega se encontrarán con Marcos, un extraño niño con barba. Deberán hacer gala de todas sus habilidades para enfrentarse juntos a una situación ciertamente espeluznate: la directora de su colegio, Doña Eloína, es en realidad un monstruo que se alimenta de niños. Dragón Díez, el niño protagonista, y sus mejores amigos, Jimena y Martín, componen un curioso club llamado 2 + 2 = 5. Lo curioso de la denominación se entiende al saber que todos guardan algún secreto muy personal. Si en su anterior aventura conocieron a Rebeca, una niña fantasma, en esta entrega se encontrarán con Marcos, un extraño niño con barba. Deberán hacer gala de todas sus habilidades para enfrentarse juntos a una situación ciertamente espeluznate: la directora de su colegio, Doña Eloína, es en realidad un monstruo que se alimenta de niños.

El caso del niño que no quería ser niño

Los párpados de dragón aletearon perezosamente, como una mariposa cuyas alas ha hecho más pesadas el rocío de la mañana. Era jueves y Dragón se acababa de despertar. Los jueves eran simpáticos porque eran casi viernes, así que levantarse no daba tanta pereza. Sin embargo, Dragón tenía una extraña sensación. Algo le decía que los jueves no eran tan simpáticos... Pero ¿el qué?