Adán y Eva no sólo son figuras religiosas o personajes mitológicos, literalmente, de primer orden. Pintores, músicos, dramaturgos, filósofos, humoristas... se han valido de esta bíblica pareja para aportar su visión de la naturaleza humana, trascendiendo en muchas ocasiones las perspectivas confesionales o simbólicas. En esta ocasión, Moeyaert aporta un retrato inconformista del Paraíso, una interpretación intimista de la relación de pareja y una visión de la caída en la que la figura de Dios no aparece y la imagen del pecado original resulta totalmente reformulada. Lectura que merece ser leída varias veces y, sobre todo, ser pensada y discutida.
Adán y Eva no sólo son figuras religiosas o personajes mitológicos, literalmente, de primer orden. Pintores, músicos, dramaturgos, filósofos, humoristas... se han valido de esta bíblica pareja para aportar su visión de la naturaleza humana, trascendiendo en muchas ocasiones las perspectivas confesionales o simbólicas. En esta ocasión, Moeyaert aporta un retrato inconformista del Paraíso, una interpretación intimista de la relación de pareja y una visión de la... Seguir leyendo
El Paraíso
Al principio no estábamos nunca solos. Nuestros pies descalzos caminaban en la abundancia y cuando nos tumbábamos teníamos la sensación de ahogarnos en la vida. La mujer buscaba mi mano y yo la suya, y nos ayudábamos mutuamente a ponernos a salvo.
—¿Estás bien? —me preguntaba ella a mí, o yo a ella.
Estábamos bien.
Al principio no nos sentíamos nunca solos.