Este álbum de la deliciosa serie «Pequeño Vampiro» de Joann Sfar, uno de los pocos historietistas (ecléctico y polifacético) que además de cómics para adultos hace cómics para niños, presenta todas las características de los demás títulos (inteligencia, sensibilidad, aventuras un poco delirantes, humor perverso, personajes terroríficos y enternecedores) y exacerba algunas otras, como la escatología, sin gazmoñerías y en dos niveles de discurso que sorprenden y provocan carcajadas a los niños y, en otro nivel, también a los padres.
Este álbum de la deliciosa serie «Pequeño Vampiro» de Joann Sfar, uno de los pocos historietistas (ecléctico y polifacético) que además de cómics para adultos hace cómics para niños, presenta todas las características de los demás títulos (inteligencia, sensibilidad, aventuras un poco delirantes, humor perverso, personajes terroríficos y enternecedores) y exacerba algunas otras, como la escatología, sin gazmoñerías y en dos niveles de discurso que sorprenden y provocan... Seguir leyendo
Pequeño Vampiro y la sopa de caca
Un ruido detrás del sillón. Miguel abre un ojo.
–¿Hay alguien ahí? ¿Son ustedes, chicos? ¿Es un juego y consiste en esconderse? ¿Sí? ¡Ahhhhhhhhhhhhh!
–¿Estás loco? Vas a despertar a tus abuelos.
–Sí, tienes razón. Mejor vamos a jugar a la casa de ustedes...
–No hay problema. Súbete a mi lomo. Vamos.
–¿Todo bien, Pequeño Vampiro? ¿No pesa demasiado?
–No, no... Estoy bien, pero espero que arregles pronto tu monopatín, Claudio.
–¡Síííí!
–¿A qué vamos a jugar?
-A comer chocolate.
-¡Sííííí!