Un estilo tan fresco y dinámico como el de las ilustraciones, cercanas al lenguaje visual de los cómics –y que ofrecen la intervención paralela de dos estrafalarios personajes–, hace que las peripecias de estos dos amigos que persiguen lograr su sueño de hacer cine de animación, resulten trepidantes y muy divertidas. Menos mal que todas las burlas y contratiempos que han de sufrir obtienen su recompensa. Bajo un travieso sentido del humor permanece un mensaje muy positivo: todo lo que merece la pena requiere esfuerzo.
Un estilo tan fresco y dinámico como el de las ilustraciones, cercanas al lenguaje visual de los cómics –y que ofrecen la intervención paralela de dos estrafalarios personajes–, hace que las peripecias de estos dos amigos que persiguen lograr su sueño de hacer cine de animación, resulten trepidantes y muy divertidas. Menos mal que todas las burlas y contratiempos que han de sufrir obtienen su recompensa. Bajo un travieso sentido del humor permanece un mensaje muy positivo: todo lo que merece la pena requiere esfuerzo.
¡Ay del que se ría!
–¡No puede ser verdad! –grita Vicente.
–¡Qué ladrones! –exclamo.
–Esta vez el ladrón es solo uno –afirma Vicente rabioso, y deja caer los brazos con la cámara todavía en la mano.
El ladrón se llama Oli, es el hermano mayor de Zorro, el chico nuevo de clase, y nos ha quitado la tarjeta de memoria de la cámara.Es una auténtica catástrofe, porque en esa tarjeta estaban todas las fotos de los bocetos que habíamos hecho para nuestra película de dibujos animados. Vicente y yo vamos a ser dibujantes.