Rousseau sobrevive a un atentado y se despierta en la habitación de un hospital cubierto de vendas sin recordar nada de su pasado. Cuando recibe el alta comienza a recorrer las calles de su ciudad, vuelve a su casa, e intenta recuperar su vida en medio de un clima de guerra, destrucción, muerte y desconfianza. Incapaz, decide dejarse llevar y, en un intento de encontrarse a sí mismo, se convierte en un símbolo de lucha contra la opresión. Un propuesta cargada de simbolismo.
Rousseau sobrevive a un atentado y se despierta en la habitación de un hospital cubierto de vendas sin recordar nada de su pasado. Cuando recibe el alta comienza a recorrer las calles de su ciudad, vuelve a su casa, e intenta recuperar su vida en medio de un clima de guerra, destrucción, muerte y desconfianza. Incapaz, decide dejarse llevar y, en un intento de encontrarse a sí mismo, se convierte en un símbolo de lucha contra la opresión. Un propuesta cargada de simbolismo.
En el país de la memoria blanca
Al principio, todo es blanco en mi cabeza. No pienso en nada y esa nada se me antoja blanca. Parecida a una página en la que apetece dibujar. O semejante a las nubes más lentas. En medio de mi cerebro hay un peso que no deja pasar los pensamientos.