La posada de Suso aparece en un claro de bosque cada 25 de julio de los años jacobeos. Sus moradores son almas en pena que han sido condenadas por el santo a vagar y purgar así sus culpas. El autor nos invita a adentrarnos en ese universo mágico que es la Galicia rural, desde el que logra transmitirnos todo un torrente de sensaciones. Su lectura, en soledad o en compañía, resulta siempre agradable. Una historia extraordinaria, un lenguaje que mezcla lo popular y lo poético y unas cuidadas ilustraciones forman este delicioso y sencillo libro que seducirá al lector.
La posada de Suso aparece en un claro de bosque cada 25 de julio de los años jacobeos. Sus moradores son almas en pena que han sido condenadas por el santo a vagar y purgar así sus culpas. El autor nos invita a adentrarnos en ese universo mágico que es la Galicia rural, desde el que logra transmitirnos todo un torrente de sensaciones. Su lectura, en soledad o en compañía, resulta siempre agradable. Una historia extraordinaria, un lenguaje que mezcla lo popular y lo poético y unas cuidadas ilustraciones forman este... Seguir leyendo
La posada del séptimo día

Colecciono puentes antiguos, con preferencia los que dejó hechos el Imperio Romano.
También colecciono historias absurdas, cuentos de borrachos y de viejos.
Lo anoto todo en libretas con tapas de hule rojo, numero las libretas y las guardo en un baúl.
Esta afición me llevó a la Puebla, que tiene puente de siete arcos y a Ciriaco, un profesor ya jubilado, que se empeña en contar esta historia de ánimas en pena y tabernas encantadas.