Teatro contemporáneo
En 1928, Valle-Inclán, uno de los mejores dramaturgos españoles del siglo, es entrevistado por un periodista acerca de la tan debatida crisis del género dramático. La contestación de don Ramón -"Pero, ¿existen los teatros?"-, lejos de ser una mera ironía, es una ácida constatación del sentir de un núcleo importante de críticos y dramaturgos que observan la escena española en extrema decadencia. En las mismas páginas, por contra, interrogado Benavente al respecto, afirma: "... nunca hubo tan buenos autores como ahora, ni tantos artistas de mérito, ni tanto ambiente de opinión, ni público tan bien dispuesto para escuchar y ver las obras de escena".