Un relato intimista sobre la incomprensión e intromisión del mundo del adulto en el del niño. En un tono serio y descriptivo la autora realiza una crítica de la incomunicación y de la sociedad consumista. Acompañada de unas ilustraciones realistas y expresivas que muestran los sentimientos del protagonista, la novela apuesta por el respeto, la amistad y el contacto con la naturaleza.
Un relato intimista sobre la incomprensión e intromisión del mundo del adulto en el del niño. En un tono serio y descriptivo la autora realiza una crítica de la incomunicación y de la sociedad consumista. Acompañada de unas ilustraciones realistas y expresivas que muestran los sentimientos del protagonista, la novela apuesta por el respeto, la amistad y el contacto con la naturaleza.
¡Elvis, Elvis!
¡Ya se armó otra pelotera! Allí está mamá con los trozos de cristal en la mano, hablando y hablando. –¿Cuántas veces te habré dicho que debes pedir un vaso cuando quieras beber? ¿No te lo he dicho un montón de veces? ¿Cien veces? ¿Más, quizás? –Siii. Es cierto, lo ha dicho tantas veces que Elvis ya ni sabe cuantas.