Munia es ingenua pero aguda, sensible, tierna e independiente. Asun Balzola la dibuja con pinceladas de acuarela y trazos de tinta. No es extraño que se sienta atraída por la Luna y quiera quedarse con un pedacito. Lo que no se imagina es que una noche aparecerá en su ventana, hablará con ella y acariciará sus fríos mofletes. Un álbum de gran formato para una pequeña y poética historia, que estimula la capacidad de soñar.
Munia es ingenua pero aguda, sensible, tierna e independiente. Asun Balzola la dibuja con pinceladas de acuarela y trazos de tinta. No es extraño que se sienta atraída por la Luna y quiera quedarse con un pedacito. Lo que no se imagina es que una noche aparecerá en su ventana, hablará con ella y acariciará sus fríos mofletes. Un álbum de gran formato para una pequeña y poética historia, que estimula la capacidad de soñar.
Munia y la luna

En la casa de Munia, que está muy lejos del pueblo, ella sola, en la punta del monte, se han quedado sin agua.
–José –dice la madre–. ¡Tendremos que ir al río a por agua!
–Sí –contesta el padre–. Pero ahora mismito que se está echando la noche encima.