¡Viva Ramona!
-¿A qué no sabes qué?- preguntó Ramona Quimby un viernes que su tía Beatriz había ido a cenar y a enseñarles la ropa que se le había comprado para esquiar. La madre, el padre y la hermana mayor de Ramona, Bea, que también se llamaba Beatriz, no le hicieron ni caso y siguieron comiendo. Tiquismiquis, el gato, maulló desde el otro lado de la puerta del sótano, pidiendo que le dieran algo de comer.