La unión del ballet y la pintura da como fruto la bella historia de Anna Pavlova, la famosa bailarina rusa. De niña, después de ver una función de ballet, soñó con dedicarse a la danza. Tras largos años de esfuerzo e ilusión, sus zapatillas de baile recorrieron miles de escenarios. Una historia de superación y capacidad de trabajo, enriquecida con los cuadros maestros de Degas. La obra mezcla dos expresiones distintas y traza un camino de acercamiento al arte.
La unión del ballet y la pintura da como fruto la bella historia de Anna Pavlova, la famosa bailarina rusa. De niña, después de ver una función de ballet, soñó con dedicarse a la danza. Tras largos años de esfuerzo e ilusión, sus zapatillas de baile recorrieron miles de escenarios. Una historia de superación y capacidad de trabajo, enriquecida con los cuadros maestros de Degas. La obra mezcla dos expresiones distintas y traza un camino de acercamiento al arte.
Soñé que era una bailarina
Son intensos los primeros recuerdos de mi vida y me trasladan a la época en que vivía con mi madre en un pequeño piso de la ciudad. Yo era su única hija, y mi padre había muerto dos años después de nacer yo. Estábamos solas en el mundo. Éramos pobres. Muy pobres.