Zoe tiene 15 años y un terrible secreto que esconder. Ante la imposibilidad de contárselo a nadie, decide comenzar a enviarle cartas a un condenado a muerte que localiza por Internet. De esta forma intenta expiar su culpa a través de las confesiones que sí le puede hacer a un desconocido que, además, se enfrenta a lo que más le preocupa a la protagonista: la muerte. O mejor dicho, matar. Una historia sorprendente pero creíble que conecta a los lectores adolescentes con temas complicados.
Zoe tiene 15 años y un terrible secreto que esconder. Ante la imposibilidad de contárselo a nadie, decide comenzar a enviarle cartas a un condenado a muerte que localiza por Internet. De esta forma intenta expiar su culpa a través de las confesiones que sí le puede hacer a un desconocido que, además, se enfrenta a lo que más le preocupa a la protagonista: la muerte. O mejor dicho, matar. Una historia sorprendente pero creíble que conecta a los lectores adolescentes con temas complicados.
Nubes de Kétchup
Querido señor S. Harris:
No tenga en cuenta la mancha roja de la esquina. Es mermelada, no sangre, aunque igual tampoco hace falta que le explique la diferencia. No era precisamente mermelada de su esposa lo que la policía le encontró a usted en el zapato. La mermelada de la esquina es de mi sándwich. De frambuesa, casera. La hizo la abuela. Hace siete años que murió, y esa mermelada fue la última cosa que hizo.