Abrir este álbum es como sumergirse en el sueño de un niño y pasear por un mundo onírico en el que cada noche se entrelazan juegos imposibles, miedos, angustias y, al final, calma y alivio. Una secuencia de sensaciones plasmadas en un variopinto muestrario de personajes y situaciones, que recorremos encandilados por las ilustraciones cargadas de dulzura de Cantone y el arrullo de los textos en verso de Rodari.
Abrir este álbum es como sumergirse en el sueño de un niño y pasear por un mundo onírico en el que cada noche se entrelazan juegos imposibles, miedos, angustias y, al final, calma y alivio. Una secuencia de sensaciones plasmadas en un variopinto muestrario de personajes y situaciones, que recorremos encandilados por las ilustraciones cargadas de dulzura de Cantone y el arrullo de los textos en verso de Rodari.
El hombrecillo de los sueños
El hombrecillo de los sueños… ¡qué tipo tan divertido! Mientras tú duermes tranquilo, él se sienta, él te mira, él te susurra al oído: “Vuela”. Y tú sales volando sin siquiera preguntarte qué cuernos está pasando.