Tistú era un niño peculiar, hijo de una familia adinerada, cuyo padre era el propietario de una fábrica de cañones. Tistú se duerme en la escuela y su padre decide que debe aprender en contacto con el mundo. Mostacho, el jardinero, le enseña los secretos de las plantas y Tistú descubre que sus pulgares tienen un extraordinario poder: hacen florecer todo lo que tocan. La vida de su pueblo y de su familia cambiará de forma sorprendente.
Tistú era un niño peculiar, hijo de una familia adinerada, cuyo padre era el propietario de una fábrica de cañones. Tistú se duerme en la escuela y su padre decide que debe aprender en contacto con el mundo. Mostacho, el jardinero, le enseña los secretos de las plantas y Tistú descubre que sus pulgares tienen un extraordinario poder: hacen florecer todo lo que tocan. La vida de su pueblo y de su familia cambiará de forma sorprendente.
Tistú el de los pulgares verdes
Tistú es un nombre raro que no se encuentra en ningún calendario; ni en Francia ni en otros países. No hay un San Tistú. Ahora bien. Existía un niño, al que todo el mundo llamaba Tistú…Y eso merece algunas explicaciones.