Joseque, Teban y Pancho están encantados con la inminente visita de los marcianos a su pueblo, sin embargo advierten que el resto de paisanos no han pensado en los detalles básicos necesarios para ofrecer un gran recibimiento. No han acondicionado un sitio para que aterricen los ovnis, el alcalde no ha nombrado un comité de recepción… El periódico de Villavernes, sin embargo, si va dando cuenta de los extraños sucesos que anuncian su llegada… ¿Serán los extraterrestres como ellos imaginan?
Joseque, Teban y Pancho están encantados con la inminente visita de los marcianos a su pueblo, sin embargo advierten que el resto de paisanos no han pensado en los detalles básicos necesarios para ofrecer un gran recibimiento. No han acondicionado un sitio para que aterricen los ovnis, el alcalde no ha nombrado un comité de recepción… El periódico de Villavernes, sin embargo, si va dando cuenta de los extraños sucesos que anuncian su llegada… ¿Serán los extraterrestres como ellos imaginan?
¡Que vienen los marcianos!
Los tres dijimos que era imposible. Bueno, yo dije que era imposible, mi amigo Joseque dijo que era mil millones de más imposible y mi amigo Teban que era estratosféricamente imposible, que no sabíamos muy bien lo que significaba pero que sonaba a muchísimo. Y eso que lo habíamos oído hacía menos de un minuto. Uno nunca se imagina que se va a encontrar cara a cara con un extraterrestre. Si ya eres muy viejo, de doscientos años o más, pues sí; pero con ocho años, no. Ni loco.