Mauricio conoce a su vecino, el señor Silvestre, un hombre peculiar que le descubre al tigre del parque, le lleva al zoo donde habla con el elefante, le sube en un autobús mágico y hasta logra cambiarle el carácter al antipático jefe de su madre. El señor Silvestre le enseña un mundo fuera de la realidad y le ayuda a resolver sus problemas con el matón de la clase. Pero el señor Silvestre no está hecho para permanecer mucho tiempo en el mismo lugar.
Novela infantil que destila imaginación, juega con la creatividad y el humor. Resultará divertida y chocante para lectores a partir de 9 años. La mezcla de la realidad (la familia de Mauricio y sus problemas cotidianos) y la fantasía, personificada en el señor Silvestre, conceden a la obra un atractivo especial.
Mauricio conoce a su vecino, el señor Silvestre, un hombre peculiar que le descubre al tigre del parque, le lleva al zoo donde habla con el elefante, le sube en un autobús mágico y hasta logra cambiarle el carácter al antipático jefe de su madre. El señor Silvestre le enseña un mundo fuera de la realidad y le ayuda a resolver sus problemas con el matón de la clase. Pero el señor Silvestre no está hecho para permanecer mucho tiempo en el mismo lugar.
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El señor Silvestre
Era una mañana lluviosa y gris, y Mauricio estaba de mal humor. Papá refunfuñaba detrás del periódico que estaba leyendo y Tomás, el bebé, berreaba.
-Mauricio, ponte las botas de agua –gritó mamá.
Mauricio estaba sentado en la habitación de los niños y hacía como si no la oyera. Mamá tenía aquella voz de cabra baladora que a él no le gustaba. Y entonces gritó aún más fuerte.
-¡Mauricio, ponte de una vez por todas las botas o vas a llegar tarde a la escuela!