Al modo de los antiguos filósofos peripatéticos, el autor de este texto se vale de una serie de paseos por Berlín en compañía de su hijo para, aprovechando la inquieta curiosidad del pequeño, introducirle en una dinámica que le lleve a dar un paso de gigante en su educación: reflexionar -de un modo adecuado a su edad- sobre algunas de las dudas, conflictos y situaciones que se le presentarán según vaya creciendo. La entrañable relación de confianza que parecen tener padre e hijo es aprovechada por el primero para ayudarle a ser feliz y a obrar de forma ética, ambas cosas a pesar de la complejidad de un mundo, repleto de falsos 'atajos', donde pocas veces resulta fácil tomar la decisión adecuada.
Al modo de los antiguos filósofos peripatéticos, el autor de este texto se vale de una serie de paseos por Berlín en compañía de su hijo para, aprovechando la inquieta curiosidad del pequeño, introducirle en una dinámica que le lleve a dar un paso de gigante en su educación: reflexionar -de un modo adecuado a su edad- sobre algunas de las dudas, conflictos y situaciones que se le presentarán según vaya creciendo. La entrañable relación de confianza que parecen tener padre e hijo es aprovechada por el... Seguir leyendo
¿Por qué hay todo y no nada?
INTRODUCCIÓN
Sobre cosas de adultos, cosas de lagartos y cosas de niños
Un día, hace aproximadamente un año, Oskar y yo observábamos en el Aquarium de Berlín la anguila eléctrica. Las anguilas eléctricas son espantosas y bastante desagradables, parecen gruesas salchichas de color rosa grisáceo. Este pez, de diminutos ojos opacos y ciegos, posee una fuerte carga eléctrica. Ante nuestros ojos teníamos, pues, a un auténtico monstruo que se deslizaba despacio entre las plantas acuáticas.
A Oskar los monstruos le parecen horribles, pero a la vez le resultan fascinantes. ¿Y si escribiéramos un libro infantil con una anguila eléctrica, increíblemente gigantesca, como amenaza? ¿Un monstruo que emita descargas eléctricas mortales?