¿Quién no conoce la canción de Lobo está? Es instantáneo: la memoria emotiva comienza a trabajar apenas se abre el libro. No se sorprenda, lector, si en la página dos siente ganas de seguir cantando; es más, déjese llevar por sus recuerdos, cante, baile y sonría mientras sus hijos lo miran y se preguntan: ¿no era que me iba a contar un cuento para dormir? Eso sí, reconozcamos que los tiempos cambiaron y el lobo feroz puede vestirse a la moda y usar internet o mirar televisión por cable. O incluso, por qué no, dejar de asustar y tener amigos.
¿Quién no conoce la canción de Lobo está? Es instantáneo: la memoria emotiva comienza a trabajar apenas se abre el libro. No se sorprenda, lector, si en la página dos siente ganas de seguir cantando; es más, déjese llevar por sus recuerdos, cante, baile y sonría mientras sus hijos lo miran y se preguntan: ¿no era que me iba a contar un cuento para dormir? Eso sí, reconozcamos que los tiempos cambiaron y el lobo feroz puede vestirse a la moda y usar internet o mirar televisión por cable. O... Seguir leyendo
¿Lobo está?
Juguemos en el bosque mientras el lobo no está. ¿Lobo está?
¡Estoy tratando de levantarmeee…!
- Uyyy, lo despertamos y eso lo pone de muy mal humor. ¡Está enojado! - gritó el zorrino.
- ¿Estás seguro? —dijo el chanchito.
- Segurísimo. Es un cascarrabias.
- No, no me levanto nada. Mejor sigo durmiendo.
Juguemos en el bosque mientras el lobo no está. ¿Lobo está?
¡Me estoy lavando los dientes!
- ¡No sabía que los lobos se lavaban los dientes! —dijo el cerdito.
- Sí, se hizo un ultra blanqueado para que sus dientes parezcan más blancos y filosos.