Jacobo queda parapléjico en un accidente automovilístico, no obstante que no pueda moverse, sus terminaciones nerviosas siguen despiertas y el dolor lo obliga a inyecciones de morfina y a múltiples terapias, ninguna de ellas lo suficientemente efectivas. A través de los ojos de David, artista, padre de Jacobo y de otros dos hijos, esta desgarradora novela trata del dolor de una familia y del de cada uno de sus miembros frente a la decisión de Jacobo para que se le practique un suicidio asistido. Los segundos se alargan y se atragantan en el cuerpo de los personajes, todos a la espera de la noticia final y del éxito de una muerte que quisieran evitar. La prosa es contenida y a la vez poética, dolorida y nostálgica, en ella se muestran con gran belleza los dilemas del ser humano.
Jacobo queda parapléjico en un accidente automovilístico, no obstante que no pueda moverse, sus terminaciones nerviosas siguen despiertas y el dolor lo obliga a inyecciones de morfina y a múltiples terapias, ninguna de ellas lo suficientemente efectivas. A través de los ojos de David, artista, padre de Jacobo y de otros dos hijos, esta desgarradora novela trata del dolor de una familia y del de cada uno de sus miembros frente a la decisión de Jacobo para que se le practique un suicidio asistido. Los segundos se alargan y se atragantan en el cuerpo de... Seguir leyendo
La luz difícil
Esa noche pasé mucho tiempo despierto. A mi lado, Sara tampoco dormía. Miraba yo sus hombros morenos, su espalda aún esbelta a sus cincuenta y nueve años, y encontraba consuelo en su belleza. A ratos nos tomábamos de la mano. En el apartamento nadie dormía, nadie hablaba; de vez en cuando alguno tosía o iba a orinar y volvía a acostarse. Nuestros amigos Debrah y James habían venido a acompañarnos y se habían acomodado en un colchón en la sala. Venus, la novia de Jacobo, se había acostado en el cuarto de él.