Una historia llena de emoción y sensibilidad que trasmite la nostalgia de un anciano que, al quedar viudo, tiene que abandonar su querido país, Ecuador, para venir a vivir a Madrid, junto a su hija y su nieta Adriana. Adri tiene un amigo inseparable, que la quiere y la admira, Manu. Con la ayuda de la madre de Manu, conseguirán acercar a Papi Ángel, el abuelo, un trocito de su lejano Ecuador. Una bonita historia de amistad, amor, tolerancia y respeto. Relato ganador del XXV Premio Ala Delta de Literatura Infantil 2014.
Una historia llena de emoción y sensibilidad que trasmite la nostalgia de un anciano que, al quedar viudo, tiene que abandonar su querido país, Ecuador, para venir a vivir a Madrid, junto a su hija y su nieta Adriana. Adri tiene un amigo inseparable, que la quiere y la admira, Manu. Con la ayuda de la madre de Manu, conseguirán acercar a Papi Ángel, el abuelo, un trocito de su lejano Ecuador. Una bonita historia de amistad, amor, tolerancia y respeto. Relato ganador del XXV Premio Ala Delta de Literatura Infantil 2014.
Un cóndor en Madrid
Yo solía ir a casa de Adriana. Me gustaba el olor de su cocina y las manchas que su madre tenía siempre en el delantal. Una vez se lo dije, y ella me miró con ojos raros. Entre su casa y la mía hay 429 pasos. A veces iba en bici y llegaba antes. Otras veces era ella la que se acercaba a casa, pero no tan a menudo: decía que allí hacía frío. A su abuelo lo conocí un viernes por la tarde.