Los niños, es sabido, necesitan un entorno estable que les proporcione confianza y sosiego, de modo que su extrema vulnerabilidad se cobije en certezas, rutinas, protección y afecto. Pero la cotidianidad está llena de imprevistos, como el rugido de un león en una visita al zoo, el ruido de una tormenta en la quietud de la tarde o los gritos de los mayores cuando se enfadan. Asustarse y sentir miedo son emociones naturales, además de imprescindibles para la propia supervivencia; lo interesante de esta propuesta es la inteligente estrategia que desarrolla el protagonista, el modo en que el pequeño lidia con ese miedo, invocándolo, como si -en una vuelta de tuerca performativa- el miedo desapareciera en el mismo acto de la invocación, siendo la palabra el bálsamo contra la angustia. Delicado álbum de la siempre interesante Robie Harris, donde la inocencia infantil aparece tiernamente dbujada en las acuarelas que acompañan la lectura.
Los niños, es sabido, necesitan un entorno estable que les proporcione confianza y sosiego, de modo que su extrema vulnerabilidad se cobije en certezas, rutinas, protección y afecto. Pero la cotidianidad está llena de imprevistos, como el rugido de un león en una visita al zoo, el ruido de una tormenta en la quietud de la tarde o los gritos de los mayores cuando se enfadan. Asustarse y sentir miedo son emociones naturales, además de imprescindibles para la propia supervivencia; lo interesante de esta propuesta es la... Seguir leyendo
Cuando ruge el león
Cuando ruge el león,
cuando el mono chilla,
cuando estalla el rayo,
cuando el trueno retumba,
cuando suena la sirena,
cuando el perro ladra,
cuando grita papá,
cuando mamá se enfada,
me da un susto.
Y me asusto mucho.