Todo en este cuento -clásico infantil de la literatura norteamericana- posee el perfume de lo añejo. Pese a que nació en el Nueva York de la Contracultura y la implosión de los Derechos Civiles en el discurso de masas, su autora recoge el espíritu de los viejos valores patriarcales, servidos, eso sí, con ternura, gracias al encanto de su protagonista -"una ardilla pequeñita" muy hacendosa- y al delicado trabajo de ilustración- a pluma y tinta- del siempre magnífico Arnold Lobel. Susi lleva una vida apacible en el bosque, recogida en su hermosa casa -asentada sobre la copa de un roble-, donde disfruta de las labores domésticas. Hasta que recibe una inesperada y desagradable visita... Delicioso clásico (1964), que precisa contextualización y humor.
Todo en este cuento -clásico infantil de la literatura norteamericana- posee el perfume de lo añejo. Pese a que nació en el Nueva York de la Contracultura y la implosión de los Derechos Civiles en el discurso de masas, su autora recoge el espíritu de los viejos valores patriarcales, servidos, eso sí, con ternura, gracias al encanto de su protagonista -"una ardilla pequeñita" muy hacendosa- y al delicado trabajo de ilustración- a pluma y tinta- del siempre magnífico Arnold Lobel. Susi lleva una vida apacible en el... Seguir leyendo
La señorita Susi
La señorita Susi era una ardilla pequeñita y gris que vivía sola en la copa de un roble muy, pero que muy alto. Le gustaba cocinar, limpiar y cantar mientras trabajaba.
Todas las mañanas, la señorita Susi se preparaba un buen tazón de pudin de bellota y, mientas lo removía, cantaba:
Me encanta cocinar, me encanta comer,
con estas bellotas hoy haré un pastel.