Octalicto es un tatú muy solidario pero despistado y como muchos habitantes de la gran ciudad, no tiene mucha idea de lo que ocurre en el campo. Nuestro protagonista no repara en esfuerzos cuando de ayudar a los demás se trata y muy especialmente cuando es alguien de su propia familia. Se embarca en una misión peligrosa y plena de aventuras. El humor de la historia, sumada a la gracia, al colorido y al movimiento de las ilustraciones de este estupendo libro-álbum, ponen al pequeño lector, frente a frente a una obra artística de calidad.
Octalicto es un tatú muy solidario pero despistado y como muchos habitantes de la gran ciudad, no tiene mucha idea de lo que ocurre en el campo. Nuestro protagonista no repara en esfuerzos cuando de ayudar a los demás se trata y muy especialmente cuando es alguien de su propia familia. Se embarca en una misión peligrosa y plena de aventuras. El humor de la historia, sumada a la gracia, al colorido y al movimiento de las ilustraciones de este estupendo libro-álbum, ponen al pequeño lector, frente a frente a una obra artística de calidad.
El mandado del tatú
Octalicto siempre había vivido en una gran ciudad y, claro está, era donde más le gustaba vivir. No conocía el campo ni los pueblos.
Entonces ¿por qué se había marchado a aquel lejano pueblecito donde vivía su tío?