Una moneda mágica podía solucionar sus problemas y así comprar lo que deseaban. Pero cada uno quería una cosa y solamente se podía adquirir una. Tendrían que decidir y no era fácil porque la pelota quería un campo de fútbol, el soldado una casa y Tomás un camión de madera. ¿Quién cedería? La respuesta nos sorprenderá. La historia se ve realzada por los magníficos dibujos de Gusti.
Una moneda mágica podía solucionar sus problemas y así comprar lo que deseaban. Pero cada uno quería una cosa y solamente se podía adquirir una. Tendrían que decidir y no era fácil porque la pelota quería un campo de fútbol, el soldado una casa y Tomás un camión de madera. ¿Quién cedería? La respuesta nos sorprenderá. La historia se ve realzada por los magníficos dibujos de Gusti.
Tomás y la moneda mágica
Andando, andando y andando, Tomás y sus amigos llegaron a la ciudad.
Primero avanzaba el soldado, detrás iba la pelota y, cerrando la filba, caminaba Tomás.
Al llegar quedarn impresionados. No imaginaban que allí hubiera tantos coches, tanta gente, tantas tiendas y tanto ruido.