La profesión de proyector de películas es una de tantas que quedaron varadas en el siglo XX. A comienzos de los ochenta Isaías está considerado como el último de estos románticos en llevar fotogramas e ilusiones al medio rural. Su vida es nómada y bohemia, siempre dependiente de que los políticos del lugar cumplan con su palabra para poder comer un plato caliente. En esa errática existencia permanece el recuerdo de su padre, cinéfilo como él y antecesor en la misma tarea, y sobre todo el de su abuela, ingresada en un hospital a la espera de ver a su familia cerca de nuevo. Cada capítulo viene precedido de una recreación de carteles clásicos de films inolvidables como Centauros del desierto, Sin novedad en el frente o títulos míticos de serie B. Los tonos azules y sepia se alternan en un sentimental recorrido en viñetas de reducidas dimensiones cargado de imágenes del pasado, que incluye una velada crítica social y constituye, ante todo, un homenaje a todos aquellos hombres y mujeres que hicieron soñar a tanta gente con escasas posibilidades de acceder a la cultura llevando el cine a las plazas de cualquier localidad.
La profesión de proyector de películas es una de tantas que quedaron varadas en el siglo XX. A comienzos de los ochenta Isaías está considerado como el último de estos románticos en llevar fotogramas e ilusiones al medio rural. Su vida es nómada y bohemia, siempre dependiente de que los políticos del lugar cumplan con su palabra para poder comer un plato caliente. En esa errática existencia permanece el recuerdo de su padre, cinéfilo como él y antecesor en la misma tarea, y sobre todo el de su abuela,... Seguir leyendo
Sesión de tarde
- Y recuerden ustedes que la cultura para la administración actual es y será...
- ¡Señor Isaías!
- ¡Ha sido fantástico! El alcalde está contentísimo.
- El Ayuntamiento ya ha hablado para que le den de comer y le llenen el depósito en la gasolinera.
- Asi que descontamos eso de su salario...
- ¡Oiga, yo no quiero más vales de comida! ¡Deme lo que acorda...!
- ¡Ey! ¡Largo de ahí!
- ¡Y adem...! ¡Se ha largado!
- ¿Y si fuese a Portugal?