El mundo puede ser un lugar distinto al que conocemos, basta con plantear una serie de cuestiones, tomar otros caminos en las disyuntivas que se plantean a diario y pensar en cuál sería el resultado, siempre añadiendo unas pinceladas de humor. Mediante un cuento circular en el que destacan especialmente sus ilustraciones (forjadas con técnica mixta, de grandes dimensiones y presentadas "a sangre"); descubrimos a niños que dejan de jugar a la pelota, cacos que persiguen a policías, colores que pierden su personalidad, escritores que se olvidan de las letras o viajeros que no pueden secar las lágrimas en las despedidas. Una imaginativa tarta de historias, con algunos guiños al cine (Blade Runner), los cuentos clásicos (Caperucita) o la música (Village People), que arrancará muchas sonrisas y largos momentos de disfrute, gracias a la multitud de detalles que encierran las diferentes reflexiones.
El mundo puede ser un lugar distinto al que conocemos, basta con plantear una serie de cuestiones, tomar otros caminos en las disyuntivas que se plantean a diario y pensar en cuál sería el resultado, siempre añadiendo unas pinceladas de humor. Mediante un cuento circular en el que destacan especialmente sus ilustraciones (forjadas con técnica mixta, de grandes dimensiones y presentadas "a sangre"); descubrimos a niños que dejan de jugar a la pelota, cacos que persiguen a policías, colores que pierden su personalidad, escritores que se... Seguir leyendo
¿Qué pasaría?
¡Hola!
¿Qué pasaría?
¿Qué pasaría si en la copa de un árbol del parque
se colgase una pelota de fútbol?
Pues que el partido se suspendería
y los niños tendrían que jugar a otras cosas,
por ejemplo... a polis y cacos.