Juan Ramón Jiménez nunca ocultó que este era su libro preferido y del que más orgulloso se sentía. Escrito con increíble perfección a pesar de la premura con la que fueron compuestos los versos que componen el poemario, está considerado uno de los grandes hitos del género en el siglo XX. Con la misma cadencia de las olas que golpean el barco en el que emprenden su viaje transatlántico el autor y su adorada Zenobia, se aleja la tristeza e irrumpen las metáforas coloristas y vitales. La alegría entra por los ventanales del camarote rompiendo la estructura anquilosada de anteriores versos, y forjando una serie de características que influirán definitivamente a los componentes de la generación del 27. Una breve guía de amor por tierra, mar y cielo que alcanzó menos fama que Platero y yo, y que destaca por su gran calidad y el buen sabor que ofrece a los nuevos lectores a pesar del paso del tiempo (acaban de cumplirse 100 años desde su primera edición). Poesía en estado puro para despertar sentimientos a cualquier hora, en cualquier sitio, en cualquier lugar.
Juan Ramón Jiménez nunca ocultó que este era su libro preferido y del que más orgulloso se sentía. Escrito con increíble perfección a pesar de la premura con la que fueron compuestos los versos que componen el poemario, está considerado uno de los grandes hitos del género en el siglo XX. Con la misma cadencia de las olas que golpean el barco en el que emprenden su viaje transatlántico el autor y su adorada Zenobia, se aleja la tristeza e irrumpen las metáforas coloristas y vitales. La alegría entra por... Seguir leyendo
Diario de un poeta recién casado
Madrid,
17 enero de 1916
¡Qué cerca ya del alma
lo que está tan inmensamente lejos
de las manos aún!
Como una luz de estrella,
como una voz sin hombre
traída por el sueño, como el paso
de algún corcel remoto
que oímos, anhelantes,
el oído en la tierra;
como el mar en teléfono...