Aarón está construyendo una cabaña, tarea casi imposible cuando tienes como vecinos de barrio a Antón, Rubén de Drammen y el hijo del párroco. Tres gamberros de cuidado que se empeñan en no respetar nada. La impotencia que siente ante la amenaza, unida a la reciente pérdida de su querido abuelo, le llevan a urdir un plan de supervivencia. Tras ver en la tele Rayo-X, una película sobre superhéroes, cree que ha llegado el momento de hacer cambios en su vida. A partir de ahora, gracias a un pantalón y una camiseta de color marrón y a unos botes de pintura, será Maarón, un tipo con una vida mucho más excitante que la que ha llevado hasta entonces. Pero, ¿cómo se tomarán sus amigos, padres y Lucía esta metamorfosis? Varios temas importantes, inherentes al crecimiento personal, confluyen en esta original y emotiva historia, sobre todo en lo relativo a su relación con el abuelo. La obra ha sido ilustrada por Torseter con su habitual maestría, un sello personal que impregna con elegante armonía toda la obra.
Aarón está construyendo una cabaña, tarea casi imposible cuando tienes como vecinos de barrio a Antón, Rubén de Drammen y el hijo del párroco. Tres gamberros de cuidado que se empeñan en no respetar nada. La impotencia que siente ante la amenaza, unida a la reciente pérdida de su querido abuelo, le llevan a urdir un plan de supervivencia. Tras ver en la tele Rayo-X, una película sobre superhéroes, cree que ha llegado el momento de hacer cambios en su vida. A partir de ahora,... Seguir leyendo
Maarón
El día que murió el abuelo, Aarón se quedó en casa de la tía Ranveig mientras sus padres se fueron al hospital. La casa de la tía olía a fuagrás y había figuritas de cristal por todas partes: encima del televisor, sobre los estantes y hasta en el cuarto de baño, donde había un reno de cristal. La radio se pasaba el día encendida en el salón, con el volumen bajo.