Los niños traviesos del pueblo creen que son los más listos del lugar. Pasan las tardes haciendo fechorías a costa de los pobres animales que viven a las afueras y apenas encuentran resistencia a los malvados planes que surgen de sus cabezas. El último tiene como destinatario un personaje al que llevan un tiempo intentando cazar: el señor sapo. Siempre con la sonrisa en la boca, el batracio espera paciente a que los jóvenes ejecuten el plan previsto para terminar con él, pero ignoran los poderes ocultos y el incomparable valor de la sabiduría. Entre las luces y las sombras del bello paisaje que rodea la aldea de los protagonistas descubrimos la sorpresa final, toda una moraleja para una fábula contemporánea presentada en formato álbum ilustrado.
Los niños traviesos del pueblo creen que son los más listos del lugar. Pasan las tardes haciendo fechorías a costa de los pobres animales que viven a las afueras y apenas encuentran resistencia a los malvados planes que surgen de sus cabezas. El último tiene como destinatario un personaje al que llevan un tiempo intentando cazar: el señor sapo. Siempre con la sonrisa en la boca, el batracio espera paciente a que los jóvenes ejecuten el plan previsto para terminar con él, pero ignoran los poderes ocultos y el incomparable valor de la... Seguir leyendo
El sapo y los niños
Dos niños muy zoquetes y más malos que la tiña se pasaban el día correteando por los ríos y bosques de los alrededores de su pueblo.
Les encantaba hacer gamberradas a los animales: tirarles piedras a los pájaros con el tirachinas, ponerles trampas a los monos, ahogar a los gatos y cortarles el rabo a los perros.