Un mal día, cuando el pueblo se desperezaba, apareció en medio del camino. A pesar de la sorpresa inicial poco a poco la construcción, una vez descartada su malignidad, pasó a formar parte del atrezo que los ciudadanos recorren a diario. Sin embargo, un niño observó con detenimiento e intuyó lo que nadie quiso ver. El iglú como metáfora de las miles de personas que viven en la pobreza, en riesgo de marginación social, sufriendo las consecuencias de una crisis global, invisibles por regla general a los ojos de gran parte del resto de la población… La propuesta incentiva el pensamiento crítico de los pequeños lectores a través de ilustraciones, a página completa, en las que contrastan las tonalidades con las que se representa el dolor de los atrapados, en colores fríos, frente a la tranquilidad del mundo que les rodea, caracterizado con personajes modelados con una gama más cálida. Una reflexión necesaria e inteligente que incluye un mapamundi final en el que se localizan algunos de los focos en donde existen mayores desigualdades comunitarias en la actualidad.
Un mal día, cuando el pueblo se desperezaba, apareció en medio del camino. A pesar de la sorpresa inicial poco a poco la construcción, una vez descartada su malignidad, pasó a formar parte del atrezo que los ciudadanos recorren a diario. Sin embargo, un niño observó con detenimiento e intuyó lo que nadie quiso ver. El iglú como metáfora de las miles de personas que viven en la pobreza, en riesgo de marginación social, sufriendo las consecuencias de una crisis global, invisibles por regla general a los ojos de... Seguir leyendo
El iglú
Ocurrió de repente.
Situado en el camino que va desde el pueblo hasta el colegio, un inmenso iglú apareció aquella mañana de lunes. Era raro, muy raro. No se derretía, no tenía puertas, ni ventanas... Ni tan siquiera esquimales a su alrededor.