El vuelo de las cigüeñas
Antes de mi partida le había prometido a Max Böhm hacerle una última visita. Aquel día se estaba gestando una tormenta sobre la Suiza francesa. El cielo abría profundidades negras y azuladas de las que surgían resplandores translúcidos. Un viento cálido soplaba en todos los sentidos. En un descapotable de alquiler me deslizaba por la carretera que bordea las aguas del lago Lemán.