Santos conoce el universo juvenil como pocas autoras y es capaz de aportar originales enfoques y análisis de las situaciones y relaciones que se producen en esta etapa crucial. En la novela apuesta nuevamente por un formato que conecta al cien por cien con las inquietudes de los adolescentes. Una serie de clips en una famosa comunidad social de vídeos sirve como hilo conductor para descubrir la historia de Alberto, un chico dotado de un talento muy especial que se sincera ante el público a través de una colección de reflexiones que podrían ser, perfectamente, las de muchos jóvenes de la sociedad actual. Alternando numerosas referencias literarias, cinematográficas y musicales contemporáneas, la escritora teje un excepcional análisis por el que desfilan temas como el sexo, el inicio en el consumo de alcohol o las relaciones personales. Para ello utiliza expresiones habituales de la jerga adolescente y una eficaz cadena de escenas, en las que siempre evita juicios de valor, que provoca momentos de reflexión, genera inquietudes e incluso puede servir como detonante para iniciar un, seguro, interesante debate. Singular también en la estructura, se trata de una obra con la que la autora, flamante ganadora del Premio Nadal, retorna a un terreno en el que siempre destaca como una de las voces más importantes de su generación.
Santos conoce el universo juvenil como pocas autoras y es capaz de aportar originales enfoques y análisis de las situaciones y relaciones que se producen en esta etapa crucial. En la novela apuesta nuevamente por un formato que conecta al cien por cien con las inquietudes de los adolescentes. Una serie de clips en una famosa comunidad social de vídeos sirve como hilo conductor para descubrir la historia de Alberto, un chico dotado de un talento muy especial que se sincera ante el público a través de una colección de reflexiones que podrían ser,... Seguir leyendo
50 cosas sobre mí
Igual esperabais que comenzara diciendo mi nombre, mi edad, o mis aficiones favoritas.
Lo siento, pero yo prefiero empezar por lo importante. Bueno, igual vosotros pensáis que no es tan importante. O sí. Yo creo que depende de cómo te lo tomes. Yo no lo llevo demasiado mal (creo), aunque tampoco lo llevo muy bien. Si alguien me preguntara: «Del 1 al 10, ¿cuántas ganas tienes de dejar de ser virgen?», yo contestaría: «Casi siempre 6, a veces 8 y algunas veces (muy de vez en cuando) 10». Hay cosas que cuanto más las piensas más te apetecen, como los helados, las pizzas o los videojuegos. Lo mejor es intentar no pensar mucho en ellas.