Una vez te sumerges en el hipnótico ritmo que marca la orfebrería visual con la que está construido este cómic, un peculiar y estremecedor relato con aroma de jazz y blues, entendemos la fascinación del autor por una historia de cuyos mimbres conviene estar informado a través del delicioso prólogo introductorio, un texto en el que el autor confiesa el origen y algunos detalles importantes. La lectura perturba y desconcierta, y nos hace dudar de todo ¿Estamos ante una sucesión de perfectas viñetas que captan escorzos y movimientos con increíble fidelidad? ¿Nos encontramos ante el boceto de una colección de fotogramas de un film noir? El relato de la abuela, un texto que ha fascinado desde siempre al autor de esta historia, nos traslada a una pequeña población agrícola en el corazón de América, retratada con una luz de permanente atardecer. Allí se celebra una extraña reunión de vecinos que participan, resignados, en una lotería. En sus diálogos advertimos las punzantes relaciones que existen entre los habitantes. La ceremonia se repite desde tiempos inmemoriales e incluye algunos pasos inexcusables. El juego ha comenzado y la tensión se percibe en los gestos y miradas, ¿quién será el afortunado de este año? Estamos ante una de las más espectaculares narraciones visuales de los últimos tiempos, una obra que perturbará a los espectadores que se atrevan a escoger esta papeleta.
Una vez te sumerges en el hipnótico ritmo que marca la orfebrería visual con la que está construido este cómic, un peculiar y estremecedor relato con aroma de jazz y blues, entendemos la fascinación del autor por una historia de cuyos mimbres conviene estar informado a través del delicioso prólogo introductorio, un texto en el que el autor confiesa el origen y algunos detalles importantes. La lectura perturba y desconcierta, y nos hace dudar de todo ¿Estamos ante una sucesión de perfectas viñetas que captan escorzos y... Seguir leyendo
La lotería
- Buenas noches, Joe.
- Hola, Harry.
La mañana del 27 de junio amaneció clara y soleada, con el calor reciente de un día de pleno verano.
Las flores se abrían profusamente y el césped era de un verde intenso.
En algunas había tanta gente que la lotería duraba dos días y tenía que iniciarse el 26 de junio.