Elsa Bornemann fue toda una visionaria cuando hace exactamente diez años visualizó las consecuencias de atentar contra la naturaleza que ahora ya estamos pagando. Su mensaje se integra en un argumento cálido e imaginativo que nos lleva de sorpresa en sorpresa. La pequeña Aldana debe solucionar los graves problemas que asolan al reino de Bilebambudín. Para ello cuenta con la ayuda del "último mago verdadero" y un dragón volador. La capacidad de los niños para dar vida a todo lo prodigioso es la clave que sustenta el relato. Aunque la protagonista aprende algo esencial: no hay talismán mágico que supere a la fuerza de la voluntad y el deseo a la hora de luchar por algo que merezca la pena, como cambiar el mundo.
Elsa Bornemann fue toda una visionaria cuando hace exactamente diez años visualizó las consecuencias de atentar contra la naturaleza que ahora ya estamos pagando. Su mensaje se integra en un argumento cálido e imaginativo que nos lleva de sorpresa en sorpresa. La pequeña Aldana debe solucionar los graves problemas que asolan al reino de Bilebambudín. Para ello cuenta con la ayuda del "último mago verdadero" y un dragón volador. La capacidad de los niños para dar vida a todo lo prodigioso es la clave que sustenta el... Seguir leyendo
El último mago
Mis tíos me habían llevado al teatro. De vestido nuevo, de esos que más bien parecen de cristal, tanto que hay que cuidarlos cuando una es chica y está entre personas mayores. De zapatos con tiritas, nuevos también y –debido a lo mismo– antipáticos por lo rígidos, no importa cuánto brille su charol.
No me sentía muy cómoda que digamos, con el largo pelo castigado en dos prolijas trenzas y obligada a comportarme «como una señorita» durante tres horas de mis nueve años.